miércoles, 19 de diciembre de 2012

¡¡Pon segunda, Manolo!!


Madrid, diciembre del año taitantos. Por la mañana, después de desayunar y de vestirnos, mi primo Josefo y yo bajamos a la calle a comprar el pan.

Es la semana de Navidad, es uno de esos días que hay entre la celebración de la Navidad y la llegada del año nuevo. La radio, porque la tele no emitía las veinticuatro horas del día, parecía emitir una y otra vez el mismo villancico "dime niñooo de quien ereeeesss".  Era la época de Radio intercontinental- Madrid y de sus anuncios encadenados.

Salir a la calle  y que te reciba un golpe de aire helado era gratificante cuando huías de aquellas casas muy bien calefactadas con calefaccion central que olian a gasóleo.

Josefo tenía su casa en la calle de los Reyes Magos, y la verdad que era muy apropiado pasar la semana de vacaciones de navidad con él y con sus padres viviendo en una calle con el nombre de SSMM los reyes magos de oriente.  La calle Reyes Magos de Madrid está muy cerca del parque del Retiro, en una zona elevada y bien ventilada  sobre el resto de la ciudad que permitía que unas formidables heladas cayesen sobre los parabrisas y techos de los coches formando una gruesa capa de escarcha. Además, en aquella época del Cuentamé había muchos solares vacíos donde jugar.

En esos años, y en esas condiciones, era muy habitual ver a alguien que pedía ayuda para poner en marcha a empujones un coche. Coches con muy mal montados en fábrica, o con  aislante eléctricos defectuosos, era habitual que se quedasen sin batería durante la noche  y con mayor motivo si había heladas y que luego no arrancasen

En aquella fría mañana, un 124, azul oscuro, casi negro, tiene su consabida capa de escarcha. Un tipo grueso, con un abrigo sin abrochar,  empuja el coche , desde el lado izquierdo y con la puerta abierta a la vez que maneja el volante. Desde la parte de atrás, un tipo delgaducho, con cazadora, empuja con brío intentando ganar la cuesta abajo. En un momento dado, el coche coge carrerilla. El tipo grueso salta al interior del coche que, dando un brinco, empieza como  a toser.  El delgaducho grita: "¡¡ pon segunda, Manolo!! y fin del problema. El 124 arrancaba tosiendo, echando humo negro, y apestando a gasolina mal quemada. Ni llamadas a la grúa, ni teléfonos móviles ni leches.

Apuesto a que el tal Manolo no tenía mayor idea, la noche anterior de que su batería iba a fallar al día siguiente.

Utilizando el método comparativo podríamos decir que el 124 de aquel desconocido llamado Manolo, como mucho, tendría un radio cassette mal instalado. Pero también tenía una iluminación de interior con unos casquillos para bombillas malos de solemnidad que si se quedaban encendidos o con un mal contacto, adiós batería

Hoy , casi treinta años después, cualquier coche dispone de : cierre centralizado, elevalunas, climatizadores, radios, gps ¿ y nos quejamos de que las baterías duren poco tiempo? y hoy, no nos atrevemos a decir que los coches den síntomas de que las baterías vayan a fallar en breve, pero... ¿ estamos seguros de tal afirmación?

Mi actual coche, del grupo VAG, me ha ido dando avisos de que la batería no estaba bien. Unos síntomas han sido evidentes y otros no tanto: el primero de ellos vino en la revisión de hace dos años. Ahora tiene 5. Me avisaron de que la carga de la batería era baja... Como usaba poco el coche lo achaqué a que pasaba largas semanas en el garaje sin apenas uso. Pero efectivamente, este pasado verano acabó fallando. ¿Algún síntoma? pues que tenía 5 años y que al arrancar tardaba un segundo más de lo habitual en empezar a "morder" el motor de arranque.

Un día no arrancó y llamé a la grúa, con mi teléfono móvil, por supuesto. Tocó cambiar la batería.

Con la nueva batería noté los cambios: cuando arranca ya no tardaba un segundo más de lo habitual en morder, ahora arranca mucho antes, con más brío, pero hay otro síntoma nada evidente: a lo largo de los dos últimos años estaba empezando a notar que el botón de plegado de los espejos retrovisores no iba. Tenía que activarlo una o dos veces al arrancar el coche por la mañana. Una vez cambiada la batería este síntoma desapareció. ¿Casualidad o es que la carga de la batería influye directamente en el funcionamiento de los extras de los coches actuales?

Pondré otro ejemplo: Ford CMAX Diesel y automático con menos de 7 años. Dispone de todo tipo de ayudas electrónicas a la conducción. En un viaje, este mismo verano, de noche, con aire acondicionado, luces y algo de calor, tras una parada técnica en la que no he dejado el motor al ralentí, me encuentro con que la palanca del cambio automático no quiere salir de su posición de Parking (p). Al mismo tiempo aparece un mensaje en la pantalla de información al conductor. Algo así como "Función reducida del EPB" . En cualquier caso, un minuto con el motor al ralentí, y tras apagar y arrancar el motor otra vez, el problema desaparece, la palanca vuelve a su ser y proseguimos viaje

Pocos días después, con este mismo coche, una tarde de muchísimo calor, después de sacar el coche del garaje de la oficina para ir a comer, en un corto trayecto, una compañera de trabajo me dice tras aparcar el coche al sol: "te has dejado las luces encendidas". Nada de eso: el coche está bien cerrado, las luces apagadas, no hay ningún botón de luces activadas.

Al arrancarlo de nuevo el mensaje de error de "Función reducida del EPB" persiste. Solución : cambiar la batería. Tiene más de 7 años y el coche está haciendo cosas raras. Tras cambiar la batería esa misma tarde los problemas y los mensajes y avisos de error desaparecen. La palanca de cambios nunca ofrece resistencia al arrancar.

Pues no se que decir,  pero tengo la idea de que los coches actuales, dependen en mucho de las baterías.
Cualquier comportamiento inesperado del coche, sobre todo al arrancar, podemos achacarlo a una escasa carga de la batería, y es que hoy en día, sufren un trabajo mucho más intenso que el del 124 de Manolo, y lo que es peor ¿ se puede arrancar un coche actual a empujones?   Yo no lo haría


By LuisF













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